El intrépido “catalán Molina”

En este septiembre, mes de la patria, nos gustaría honrar al sargento mayor, Don Francisco Javier Molinas, quien fuera un valiente y aguerrido español que luchó codo a codo con los más reconocidos héroes de nuestra independencia. Este español, oriundo de Cataluña, combatió en casi todas las batallas por la emancipación chilena, en prácticamente todos los frentes.

El historiador Barros Arana, en su “Historia de Chile” lo menciona innumerables veces 1), describiéndolo como un militar desbaratado, pero célebre por su intrepidez en las batallas. Además, nos entrega el dato sobre una carta que escribe Molina estando preso por 7 meses en el Cuartel N.º 7, solicitando su libertad al Senado, en donde hace una especie de reseña de sus heroicos servicios, que lo harían merecedor de su restitución al servicio por la patria. El historiador describe esta pieza como “desordenada y jactanciosa hasta el ridículo, pero que contiene noticias útiles para la historia”. Es gracias a este documento que sabemos interesantes detalles de la vida de este temerario antepasado 2).

Como por ejemplo que en 1793, en la frontera hispano-francesa, nuestro héroe quemaba sus primeros cartuchos en combate, luchando en la llamada Guerra de la Convención, también conocida como Guerra del Rosellón o de los Pirineos, donde españoles le declararon la guerra a la Primera República de Francia en un esfuerzo coordinado de las monarquías europeas para contener la Revolución.

Luego le tocó participar en otro conflicto, esta vez contra Gran Bretaña. En esta oportunidad, Españoles y Franceses se unían para luchar contra los Británicos y su expansión. Esta guerra conocida como guerra anglo-española se produjo entre 1796 y 1802.

Tiempo después, a comienzos del siglo XIX, emigró hacia Argentina. Estando allí entre 1806 y 1807 el Imperio Británico puso en marcha lo que se conoce como las Invasiones Inglesas, que fueron 2 intentos fracasados de anexar esta colonia española a sus dominios. En el marco de esta invasión, el 14 de agosto de 1806, 84 correntinos vecinos de la ciudad, con la intención de luchar por recuperar la capital, se reunieron y formaron la Compañía de Cazadores Correntinos, del cual el “catalán” Molina formó parte.

El 4 de noviembre de 1806 la compañía es enviada hacia Montevideo, movilizando a todos sus efectivos disponibles, a quienes se les ordenó reunir todas las armas y caballos posibles. Este enfrentamiento resultó en derrota para los defensores frente a los ingleses. Los Correntinos volvieron a luchar el 2 de junio de 1807 en la defensa del Puente de Barracas y en el combate de los Corrales de Miserere. En esas acciones, Francisco Javier Molina fue uno de los 5 heridos de la compañía.

Ya en Chile, se avecindó en Concepción, donde fue comerciante “de muy buen giro”, como lo señala el mismo en su carta. Fue allí, en mayo de 1809, donde se casó con Concepción Berbén, con quien formó una familia.

Firma de Francisco Javier Molinas, otorgada en Santiago el año de 1811.

Firma de Francisco Javier Molinas, otorgada en Santiago el año de 1811.

Pero “el catalán” era un guerrero innato, y no dudo prontamente en abrazar la causa independentista. Entre marzo y abril de 1813, después de que Antonio Pareja se tomara Talcahuano y Concepción con su ejército Realista, se fugó de dicha ciudad para unirse a José Miguel Carrera y al ejército que se estaba organizando en Santiago.

Después de esto, Molina no paró, participó de las 3 campañas militares que implicaron la guerra de la Independencia, incluyendo en ellas  95 choques y acciones bélicas, recibiendo en ellas siete heridas de guerra. Finalmente, con sable en mano, terminó cayendo en combate durante un asedio que el realista Vicente Benavides puso sobre Las Vegas de Talcahuano entre octubre y noviembre de 1820.

En 1821, su viuda, doña Concepción Berbén, solicita al gobierno de Chile la pensión de Montepío, donde expresa lo siguiente:

Con fecha 10 de este mes, recibí la funesta noticia de haber fallecido mi marido en las vegas de Talcahuano, en las inmediaciones del Portón, en defensa de nuestra sagrada causa. Él recibió la muerte del enemigo, dejando la memoria de sus heroicos servicios a favor del sistema liberal. Sin embargo, mi desgracia prolongada con su fallecimiento me ha dejado en la absoluta mendicidad, con tres tiernos e ignorantes hijos, lo que me hace suspirar la falta de mi consorte en medio del gemir continuo de estos infelices párvulos. Esta digna víctima, sacrificada al implacable furor de los enemigos, exige de necesidad toda la consideración de Vuestra Excelencia para con sus hijos e infeliz viuda, desamparada de todo auxilio. Vuestra Excelencia, suplico decretar que, correspondiendo mi viudedad a la clase de Montepío que debo obtener como mujer legítima de un oficial que ha finado en el campo del honor, se me contribuya la mesada correspondiente a la graduación de mi finado consorte por los ministros del tesoro.

Representación (IA) de Concepción Berbén, escribiendo la solicitud del montepío.

El Legado del Catalán Molina: Un Linaje de Honor Militar

Francisco Javier Molina dejó una huella imborrable en la historia de Chile. Su legado no solo se refleja en sus valientes acciones, sino también en una descendencia que, aunque no fue numerosa, destacó por su vocación militar. Algunos de sus herederos, inspirados por su ejemplo, optaron por privilegiar la vida militar sobre la familiar, lo que podría explicar en parte su linaje reducido. Sin embargo, una rama de su árbol genealógico logró expandirse, permitiendo que el legado del catalán Molina llegue hasta nuestros días. Este repaso genealógico no solo explora el árbol familiar de Molina, sino también la trayectoria de aquellos que, siguiendo sus pasos, eligieron las armas y el servicio a la patria como el eje central de sus vidas, manteniendo vivos sus valores de coraje, honor y sacrificio.

I. Francisco Javier Molinas, español, casado con doña Concepción Berbén. Falleció en combate, el 10 de noviembre de 1820.  Su cuerpo fue enterrado en la parroquia del puerto de Talcahuano. Su esposa al presentar la solicitud de pensión de Montepío dijo que había contraído matrimonio en Concepción durante el mes de mayo de 1809, siendo padrinos el sargento mayor don Joaquín Huerta y su esposa doña Mercedes Bastidas. Además, dijo que de aquel matrimonio habían nacido 4 hijos legítimos; Francisca, Jose Dolores, Francisco de Paula y Jose Manuel.

Doña Concepción Berbén murió de aproximadamente 75 años de edad y fue sepultada en el cementerio general de Santiago el 28 de junio de 1865. Entrego su testamento el 15 del mismo mes ante el escribano Francisco Aliaga. En este documento declaró ser natural de Concepción, hija legítima de don Antonio Berbén y de doña Manuela Isla. En esta ocasión dijo que con su marido solo habían tenido 2 hijos; don Manuel y doña Francisca, y que ambos ya estaban muertos, pero que habían tenido dos hijos cada uno; don Francisco Javier y don Nicasio Molina, y don Marcos Segundo y don Francisco de Paula Maturana, los cuatro sus nietos y universales herederos.

  1. Francisca Molinas Berben, que sigue en el II-A.
  2. José Manuel Molinas Berbén, que continúa en el II-B.
  3. Francisco de Paula Molinas Berbén, que nació en Santiago el 31 de marzo de 1819 y fue bautizado ese mismo día en la iglesia de Santa Ana. Fueron sus padrinos el doctor don Eusebio Oliva y Doña Micaela Álvarez.
  4. José Dolores Molinas Berbén, que según el registro nació el mismo día que su hermano Francisco, el 31 de marzo de 1819, siendo sus padrinos los mismos. Posiblemente, eran mellizos o gemelos. De ellos no tenemos más noticias, por lo que es probable que murieran siendo pequeños.

II-A. Francisca Molinas Berbén, que según consta en la solicitud de Montepío presentada por su madre, nació en Concepción. Sus padrinos de bautizo fueron don Manuel Basabe y su tía, doña Mercedes Berbén. Fue la primera esposa de don Marcos Maturana del Campo, quien, el 1 de septiembre de 1825, recibió permiso del Ministerio de Guerra por decreto supremo para casarse con ella, cuando aún ostentaba el rango de capitán. Francisca falleció antes de 1840, ya que en ese año su marido, viudo, contrajo segundas nupcias con doña Trinidad Palazuelos.

Don Marcos Maturana fue un destacado militar que alcanzó el rango de General de Brigada. Ingresó al ejército el 1 de abril de 1818 como soldado en el batallón de los Húsares de la Muerte. Participó activamente en la batalla de Maipú y en la expedición Libertadora del Perú. Estos logros son solo una pequeña muestra de sus más de 57 años de servicio dedicados al ejército.

Fueron Padres de:

  1. Marcos Segundo Maturana Molina, General de División, fue bautizado el 15 de febrero de 1830, siendo sus padrinos don Juan barrera y su abuela doña Concepción Berben. Fue un destacado militar y coleccionista de arte chileno. Reconocido como héroe de la Guerra del Pacífico contra Perú y Bolivia, es también conocido por fundar el Museo Nacional de Pinturas de Santiago, que actualmente es el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile. Falleció en Santiago el 18 de mayo de 1892  soltero y sin descendencia.

    Marcos Segundo Maturana Molina, nieto.

  2. Francisco de Paula Maturana Molina, Sargento Mayor, bautizado el 2 de abril de 1832, en Santiago. Se casó en Constitución el 13 de diciembre de 1866 con Elena Luisa Rougg Elliott, hija de Santiago y Catalina. Murio el 5 de noviembre de 1900.

II-B. José Manuel Molinas Berbén, Capitán de la 6ª Compañía del cuerpo de Artillería. Nació en Santiago, el 30 de mayo de 1820 y fue bautizado ese mismo día en la iglesia parroquial de Santa Ana. Fueron sus padrinos don Francisco Tubin y doña Francisca Aliende. Se casó el 9 de octubre de 1843 con doña Emilia del Carmen Gacitúa, hija del sargento mayor de artillería, don Pedro Antonio Gacitúa y de doña Mercedes Mardones. Fue sepultado en el cementerio general de Santiago el 9 de julio de 1849. Según doña Emilia, su mujer, en la solicitud de pensión de montepío, su marido murió “perturbado de sus sentidos”.

Por su hoja de vida del ejército sabemos que estudió en la Academia Militar y que fue un alumno sobresaliente en aritmética, álgebra, geometrías prácticas y descriptivas. Que hizo la campaña al Perú con el ejército restaurador desde junio de 1838 hasta julio de 1839, hallándose en la batalla de Yungay. Fue profesor de matemáticas entre 1843 y 1844 en la misma Academia Militar. Finalmente, hizo la campaña a las colonias de Magallanes desde el 1 de octubre de 1845 hasta el 30 de marzo de 1848. Al parecer, en esta última misión, en la cual estaba acompañado de su familia, habría sufrido una especie de desequilibrio mental, lo que lo obligo a volver a Santiago, falleciendo a los pocos meses.

  1. Francisco Javier Molina Gacitúa, Contraalmirante de la Armada Nacional. Fue bautizado el 16 de junio de 1845 en San Isidro, Santiago, siendo sus padrinos don Erasmo Escala y doña Carlota Fernández.  Ingresó a la Escuela naval el 15 de abril de 1858, perteneciendo al reconocido “Curso de los Héroes”. Murió soltero el 20 de julio de 1892.

    Francisco Javier Molina Gacitúa, nieto.

  2. Nicasio Fermín Molina Gacitúa, que sigue en el III.

III. Nicasio Fermín Molina Gacitúa, bautizado en el puerto de San Felipe, en Magallanes, el día 14 de noviembre de 1847, a la edad de 33 días. Casado en Valparaíso, en la iglesia de los Doce Apóstoles  el 7 de octubre de 1872 con doña Ludomilia Sotomayor, hija legítima de don José Santos Sotomayor y doña Sinforosa Larrañaga, siendo testigos el mismo padre de la novia y doña Mercedes Mardones de Gacitúa, su abuela materna.

Enviudo al poco tiempo de casado, el 7 de noviembre de 1878, cuando su joven esposa es sepultada en el cementerio parroquial de San Felipe, Aconcagua.

De los cuatro nietos del “catalán Molina”, fue el menos activo en lo militar. Según su hoja de vida en el Ejército de Chile, sabemos que el 9 de mayo de 1879 ocupaba el cargo de teniente en la 3.ª Compañía del 1.º Batallón del Regimiento Movilizado “Lautaro”. En 1882, se desempeñaba como teniente en la 4.ª Compañía del Batallón Movilizado “San Fernando”. Finalmente, en 1884, se retiró completamente del ejército.

Murió el 9 de junio de  1888 en Valparaíso, dejando a su madre, doña Emilia Gacitua a cargo de sus hijos:

  1. Manuel Molina Sotomayor, quien falleció soltero el 22 de mayo de 1897 a la supuesta edad de 22 años debido a una tuberculosis cerebral.
  2. María Estela Molina Sotomayor, bautizada en la iglesia parroquial de los Doce Apostoles de Valparaíso el 3 de diciembre de 1876 habiendo nacido el 15 de noviembre de dicho año. Fueron sus padrinos José Santos Sotomayor, su abuelo y Mercedes Carolina Gacitúa Arguelles. En 1899 solicito al congreso nacional una pension de gracia por ser nieta del Sargento Mayor de la Independencia Francisco Javier Molina. Se casó por el registro civil el 16 de noviembre de 1901 con Samuel O’Ryan Samaniego, dando su concentimiento su abuela paterna, doña Emilia Gacitúa viuda de Molina. Murió el 18 de febrero de 1946 en Valparaiso.
    Dejo decendencia en:

    1. Manuel O’Ryan Molina
    2. María O’Ryan Molina, quien se casó con Armando O’Ryan Montalva.
    3. Samuel O’Ryan Molina
    4. Javier O’Ryan Molina

María Estela Molina Sotomayor, bisnieta.

 

Notas

Notas
1 Es mencionado en la Historia General de Chile de Don Diego Barros Arana en el Tomo IX: paginas: 44, 47, 84, 97, 105, 108, 128, 131, 138, 287, 398, 403, 552, 563, 565, 576, 578, 595, 606, 607, 608. Tomo X: paginas: 152, 574. Tomo XI: paginas: 35, 173, 268, 269, 271, 281, 326, 327, 328, 458. Tomo XII: pagina 32.
2 Sesiones de los Cuerpos Legislativos de Chile – Tomo II (1818-1819) pág. 214

Los Márquez de Estrada en Chile

El capitán Andrés Márquez de Estrada, fundador de esta familia en Chile, luchó en las campañas de la Araucanía a principios del siglo XVII. En premio por sus servicios militares, fue agraciado con 400 cuadras de tierras (en ¿Cuquehue?), título dado el 16 de julio de 16141). Fue casado con doña Juana Bautista de Porras (en algunos documentos nombrada como Juana de Quintanilla), natural de San Bartolomé de Gamboa, conocido hoy como Chillan, hija legítima del español cordobés Juan de Porras y de Juana Gutiérrez de Quintanilla, originaria de Osorno.

El 24 de abril de 1631, a raíz de su muerte aproximadamente dos meses antes, se hizo inventario de sus bienes. En dicho documento se dice que los bienes inventariados deberían quedar a nombre de doña Juana de Quintanilla, su mujer. Entre sus bienes podemos encontrar las Estancias de Quinahue y Chépica, lugares donde esta familia residió.

Según el testamento de su esposa, doña Juana, otorgado el 4 de enero de 1659 en la mencionada estancia de Chépica, estuvieron casados por cerca de 17 años (lo que matemáticamente nos hace suponer que ambos contrajeron matrimonio alrededor de 1614). Durante ese tiempo tuvieron cuatro hijos, dos mujeres y dos varones, llamados Damiana, Margarita, Juan y Pedro Márquez de Estrada (uno de los testigos del testamento es el teniente Cristóbal Márquez, a quien por el momento no tenemos identificado y quien podría ser algún hijo natural de don Andrés).

Posible Origen en Mérida, Venezuela

La ciudad de Mérida fue fundada por el Conquistador español, Juan Rodríguez Suárez, el 9 de octubre de 1558. Uno de los expedicionarios que lo acompañaron fue el español Juan Márquez de Betancur quien tiempo más tarde recibe una encomienda en este lugar. Este Juan Márquez se casó con doña Damiana Noble de Estrada, una de las más activas y destacadas mujeres emeritenses del siglo XVI, hija legítima de Juan de Umpiérrez y de Antonia Jácome. Sus hijos fueron María, Ana, Juan, Pedro, José y Andrés Márquez de Estrada. Con el tiempo estos formaron una de las familias más sobresalientes de la Mérida colonial2).

Creemos que este último hijo, llamado Andrés, es el mismo individuo que encontramos asentado en Colchagua. Aunque no hemos hallado referencias explícitas sobre el origen de este personaje en documentos de la época, nos resulta notable la coincidencia entre los nombres de sus presuntos familiares en Mérida y los de sus hijos en Chile, destacando especialmente el nombre de su posible madre, Damiana, el cual no era tan común y que coincide con el nombre de una de sus hijas.

Descendencia en Colchagua

Sobre la descendencia de estos Márquez de Estrada, hasta el momento, no hemos investigado más allá de la generación de los nietos del fundador, y desconocemos si este apellido, a través de este linaje, ha perdurado hasta nuestros días en Chile.

Sus hijos fueron:

I. Juan Márquez de Estrada, casado con Juana Paniagua, quien estando enferma en cama, le otorgó poder para testar a su marido el 11 de enero de 1659, nombrando por sus herederos a sus hijos legítimos, Andrés, José, Inés, Mariana, Catalina y Francisco.

  1. Andrés Márquez de Estrada y Paniagua
  2. José Márquez de Estrada y Paniagua, testó ante Juan de Morales en 1713. Con sucesión.
  3. Inés Márquez de Estrada y Paniagua, testó ante Juan de Morales en 1713. Fue casada con José de Bustamante, sin Sucesión.
  4. Mariana Márquez de Estrada y Paniagua
  5. Catalina Márquez de Estrada y Paniagua, natural de Cumpeo. Testó. Murió de más de 50 años de edad. Fue sepultada el 18 de noviembre de 1707.
  6. Francisco Márquez de Estrada y Paniagua

II. Pedro Márquez de Estrada, capitán, quien falleció alrededor de 1683. En ese año, su hermana Margarita solicitó la tutela de los hijos que don Pedro había tenido con la también fallecida doña Beatriz de Acevedo, su mujer, quienes llevaban los nombres de Juana, Isabel y Juan Márquez de Estrada y Acevedo. Doña Margarita quería asumir esta responsabilidad debido a su parentesco cercano como tía y ser su pariente más cercano.

También ese mismo año, en Quinahue, se hizo inventario de los bienes quedados por su muerte y donde además se menciona que era su viuda doña Melchora Riquelme de la Barrera, su segunda mujer, con quien también tuvo descendencia. Doña Melchora testó ante Chirinos, el 15 de abril de 1709.

  1. Juan Márquez de Estrada y Acevedo, natural de Quinahue, fue bautizado en la iglesia de Nancagua el 19 de noviembre de 1675 a la edad de 3 años. Hijo legítimo del capitán Pedro Márquez y de doña Beatriz de Acevedo. Fueron sus padrinos Francisco de Quintana y doña Margarita Márquez.
  2. Isabel Márquez de Estrada y Acevedo, , bautizada en la misma fecha y lugar que su hermano Juan como Gerarda Isabel a la edad de 2 años. Natural de Chépica, hija legítima del capitán Pedro Márquez y de doña Beatriz de Acevedo. Fueron sus padrinos el capitán Francisco Donoso y doña Agustina Cajal. Casada con el capitán Roque de Ibarra. Testó. Murió, según el registro, a los 60 años de edad. Fue sepultada el 27 de mayo de 1731.
  3. Juana Márquez de Estrada y Acevedo, natural de Quinahue. Fue casada con Antonio de Ibarra. Testó, fue su albacea su hijo José Ibarra. Murió, según el registro, a los 60 años en marzo de 1734.
  4. Pedro Nolasco Márquez de Estrada Riquelme de la Barrera, Fraile, Agustino.
  5. Margarita Márquez de Estrada Riquelme de la Barrera, casada con don Francisco Gómez de la Fraila.

III. Margarita Márquez de Estrada, que otorga su testamento en Quinahue el 15 de septiembre de 1688 y donde declara ser hija legítima del capitán “Cristóbal” Márquez de Estrada y de doña Juana Bautista de Porras. Pide que su cuerpo sea sepultado en el convento de Nuestra Señora del Carmen del señor San Juan Bautista de Chimbarongo. (Al parecer era casada con el alférez Francisco de Quintana). No tuvo hijos.

IV. Damiana Marqués de Estrada, natural de Colchagua, hija legítima del capitán Andrés Márquez de Estrada y de doña Juana de Porras. Otorgó su testamento en Quinahue el 5 de enero de 1680. Pidió que su cuerpo fuera enterrado en el convento de San Juan Bautista de Chimbarongo, lugar donde se encuentran enterrados sus padres. Nombro como su heredero a su hermano Pedro Márquez de Estrada.

Notas

Notas
1 Juan Mujica de la Fuente, Antigüedades Curicanas, 1943, pág. 228
2 Picón-Parra, Roberto. Fundadores, primeros moradores y familias coloniales de Mérida (1558-1810): Prolegómenos ; Los fundadores. Venezuela, Academia Nacional de la Historia, 1988. pag.237.

Los Ibarra de Nancagua

La historia de esta familia terrateniente del valle de Nancagua, Los Ibarra, se extiende a lo largo de los siglos gracias a la vasta descendencia del capitán Juan de Ibarra. Este personaje participó en la guerra de Arauco y en 1607, se desempeñó como corregidor de Colchagua. Gracias a sus propios méritos, obtuvo importantes mercedes de tierra en dicho valle, otorgadas por los gobernadores Alonso de Ribera, García Ramón y Fernández Córdoba 1). Desde entonces, los Ibarra se convirtieron en una familia de gran importancia en la zona, cuya influencia se hizo sentir en muchos aspectos de la vida local. En este artículo, exploraremos la descendencia Ibarra de las tres primeras generaciones de esta familia, llegando hasta los bisnietos y bisnietas del fundador.

Linaje de los Ibarra en el valle de Nancagua

I. Juan de Ibarra, que según lo que declara su homónimo hijo en su testamento, era natural de Vizcaya, sin embargo, según algunos destacados genealogistas e historiadores, podría ser uno de los hijos naturales del joven conquistador Hernando de Ibarra.

Hernando de Ibarra era originario de la distinguida casa de los Ibarra en Guipúzcoa. A los 10 años, se trasladó a Lima como paje del virrey Núñez Vela. Más tarde, en 1553, a la edad de 17 años, se embarcó rumbo a Chile al mando de su propia nave, cargada con suministros y provisiones, con la idea de obtener mayores réditos en una tierra devastada por la guerra.

El ilustre historiador y genealogista Juan Luis Espejo, en un ensayo biográfico muy completo y entretenido, nos cuenta los “ires y venires” de este personaje en nuestro país, a quien finalmente su personalidad agresiva e impulsiva lo condujeron rápidamente a un trágico desenlace. Fue acusado de difamación, entre otros delitos, y condenado a muerte. Fue ejecutado en la Plaza de Armas de Santiago el 24 de octubre de 1558.

Mientras estaba bajo arresto por los cargos en su contra, el 20 de octubre de 1557, Ibarra entregó una memoria testamentaria a su amigo, el escribano Pascual de Ibaceta. En ella le encargaba, en caso de muerte, una misa por el alma de sus padres y hermanos y legados paraJuanillosu hijo, yel bien vestir de Luisa” india de Chachapoyas, madre de aquel niño 2).

No se sabe con certeza si ese niño mestizo fue o no el mismo, quien años más tarde era esposo de doña Constanza de la Cerda, quien, en 1602, recibió en dote una chacra en el sector de La Cañada de Santiago. Esta chacra pertenecía a María de Niza, su madre, viuda de Antonio Guillonda, casada con Miguel de la Cerda, su padre 3), Alguacil Mayor de La Serena en 1585.

Doña Constanza testó en 1652 en la hacienda de Copacabana, donde declaró que su esposo, con quien estuvo casada por poco más de 29 años, ya estaba difunto y que con él había tenido por hijos legítimos a los siguientes:

  1. Juan de Ibarra de la Cerda, que continúa en el II-A.
  2. Martín de Ibarra de la Cerda, muerto al testar su madre.
  3. Francisco de Ibarra de la Cerda, también muerto.
  4. Miguel de Ibarra de la Cerda, que continúa en el II-B.
  5. Antonio de Ibarra de la Cerda, a quien su hermano Miguel, le compró 300 cuadras de tierra.
  6. María de Ibarra de la Cerda, que testa en la estancia de Puquillay el 27 de julio de 1647 ante el escribano Jacinto Escobar y pide que al momento de morir sea sepultada en el convento de Chimbarongo. Dijo ser viuda de Pedro de Palma y del teniente Esteban Prado de la Muela, y que solamente tuvo un hijo; Pedro Palma Ibarra. En ese momento declaró estar casada con el Capitán Simón Díaz de la Fuente, quien por ser soldado no aporto hacienda alguna al matrimonio y que la que tenían era de ella. Le dejo a su marido solo un quinto de sus bienes y a su legítimo hijo lo nombró como su universal heredero. Nombro por sus albaceas a su marido y a su madre Constanza de la Cerda. Es posible que doña María no haya muerto en ese momento, ya que en los registros parroquiales de Chimbarongo, con fecha 26 de mayo de 1678, aparece anotado el entierro de una tal “doña María Ibarra”, de más o menos 80 años de edad, probablemente la misma.
  7. Luciana de Ibarra de la Cerda, que fue dotada el 29 de julio de 1637 por su madre, ya viuda, doña Constanza de la Cerda, junto con el teniente Juan de Ibarra, Miguel de Ibarra y doña María de Ibarra, sus hermanos, todos mayores de 25 años, como testigos. Casada con el sargento mayor Cristóbal Díaz de Aguilera, hijo legítimo del capitán Cristóbal Díaz de Aguilera, natural de los reinos de España, y de doña Elvira de la Fuente. El 24 de noviembre de 1655 recibió poder para testar en nombre de su marido en la estancia de su propiedad llamada Nancagua. Se hizo inventario de sus bienes el 2 de enero de 1659. Tuvo por hijos legítimos a Cristóbal, Nicolás, Juan, Simón, Alberto, Antonio, JoséBaltazar, Agustina y Floriana.
  8. Ana de Ibarra de la Cerda, que recibió carta de dote en Puquillay, el 2 de diciembre de 1639 otorgado por su madre y sus hermanos Juan y Miguel Ibarra, ambos mayores de 25 años. Se casó con el Capitán Pedro González del Pulgar, hijo del alférez Juan González y de doña Catalina del Pulgar. Recibieron por esta dote, entre otras cosas, 800 cuadras de tierra entre el estero de Puquillay y el estero de Martín de Liberona que colinda con las tierras de Nancagua. Con Sucesión.
  9. Constanza de Ibarra de la Cerda, quien ya había muerto al testar su madre.

Descendencia de Los hermanos Juan y Miguel Ibarra de la Cerda

Juan de Ibarra murió alrededor de 1630 y fue doña Constanza de la Cerda, su esposa, quien se hizo cargo de todos los asuntos familiares. Fue así como ella acordó, por conveniencia, con el sargento mayor Juan González Gutiérrez de la Rosa, otro importante terrateniente del valle de Colchagua, el matrimonio de 3 de sus hijos, Ana, Juan y Miguel, dejando estos dos últimos una importante prole Ibarra – González del Pulgar.

II-A. Juan de Ibarra de la Cerda, quien contrajo matrimonio con doña Juana González del Pulgar, hija legítima del anteriormente mencionado don Juan González y doña Catalina del Pulgar, nacida alrededor de 1614 en Chimbarongo y que falleció el 2 de septiembre de 1710 a los 96 años.

El 20 de abril de 1640, recibieron, por parte del padre de la novia, una carta de dote que incluía diversos bienes, incluyendo un título de 400 cuadras de tierras otorgado por el gobernador Alonso de Ribera.

En su testamento, fechado el 15 de abril de 1662, don Juan de Ibarra declaró haber estado casada por al menos 23 años y haber tenido los siguientes hijos legítimos:

  1. Esteban de Ibarra González del Pulgar, que continúa en el III-A.
  2. José de Ibarra González del Pulgar, que continúa en el III-B.
  3. Francisco de Ibarra González del Pulgar, que continúa en el III-C.
  4. Juan de Ibarra González del Pulgar, quien murió el 23 de enero de 1684 a los 26 años, otorgó testamento ante Fray José de Riberos.  Declaró que fue soldado en la Guerra de Arauco. Su madre fue su heredera y dio poder ese mismo año a su hermano Esteban para cobrar los sueldos adeudados.
  5. Jerónimo de Ibarra González del Pulgar
  6. Bartolomé de Ibarra González del Pulgar, que continúa en el III-D.
  7. Lorenzo de Ibarra González del Pulgar
  8. Catalina de Ibarra González del Pulgar, que según su testamento otorgado en Malloa en 1734, fue casada y velada con el capitán don Nicolás de Vergara, con quien tuvo por hijos legítimos a Juan, Nicolás, Vicente, Josefa, Ana, Margarita, Rosa, Beatriz y Clara.
  9. Constanza de Ibarra González del Pulgar, que fue la segunda mujer del Capitán don Alonso de Quesada, quien testó en 1686 y con quien tuvo a Gregorio, Alonso y a Narcisa. Casada en segundas nupcias con don Gregorio Gajardo con quien tuvo 2 hijas, Josefa y Francisca. Testó su marido Gregorio en su nombre en 1697. Murió 20 de marzo de 1698 a la supuesta edad de 40 años.

II-B. Miguel de Ibarra de la Cerda, que recibió en herencia de su madre una extensa propiedad de más de 500 cuadras de tierras en el valle de Tinguiririca.

El 13 de julio de 1682, en su estancia en el valle de Nancagua, otorgó su testamento en el cual declaró haber estado casado con doña Isabel González del Pulgar durante un poco más de 42 años y que de esta unión nacieron 8 hijos legítimos.

Doña Isabel González era natural de Nancagua, también legítima del sargento mayor Juan González y de doña Catalina del Pulgar. Tras una vida plena, fue sepultada el 29 de julio de 1703 a la edad de 80 años. En su testamento, designó a sus hijos, el capitán Roque de Ibarra y Antonio de Ibarra, como albaceas encargados de cumplir con sus deseos y disposiciones finales.

Sus hijos fueron:

  1. Miguel de Ibarra González del Pulgar, quien estuvo casado con Beatriz de Villegas, con quien tuvo sucesión. Otorgó testamento en Santiago ante el escribano Juan de Morales.
  2. Gabriel de Ibarra González del Pulgar
  3. Antonio de Ibarra González del Pulgar, que continúa en el III-E.
  4. Roque de Ibarra González del Pulgar, que continúa en el III-F.
  5. María de Ibarra González del Pulgar, natural de Nancagua, nació aproximadamente en 1643. Murió soltera a los 80 años el 8 de febrero de 1723. Durante su vida, realizó una donación a su sobrina Beatriz de Ibarra, consistente en una parte de tierras ubicadas en la estancia de los Manantiales.
  6. Tomasa de Ibarra González del Pulgar, natural de Nancagua, nació por 1653. Murió a los 70 años el 24 de enero de 1723.
  7. Teresa de Ibarra González del Pulgar, quien en Nancagua, en el año 1732 otorgó testamento donde declaró ser soltera. En dicho documento, nombra como su heredera a su sobrina, María Rosa González, a quien había criado desde temprana edad.
  8. Josefa de Ibarra González del Pulgar, bautizada el 7 febrero del año de 1666. Difunta al testar su padre.

Posible hija natural:

  1. María de Ibarra, oriunda de Nancagua hija natural del capitán Miguel de Ibarra. Fue sepultada con entierro mayor en la parroquia de San Jose de Toro en 8 de agosto de 1738. Murió a los 80 años aproximadamente.

Descendencia de  los nietos Ibarra-González del Pulgar

III-A. Esteban de Ibarra González del Pulgar, que era natural de Nancagua, nació más o menos en 1636 y murió a los 80 años el 21 de junio de 1716. A pesar de no haber encontrado el documento, según su registro de muerte, testó y fueron sus albaceas sus hermanos José y Bartolomé de Ibarra.

Se casó con doña Josefa Ortiz de Araya, quien era natural de Santiago, hija legítima del capitán Antonio Ortiz y de doña Juana Gómez y que murió el 14 de septiembre de 1725, a los 55 años, ya viuda. Testó y fueron sus albaceas don Luciano Ortiz y don Nicolás de Ibarra.

Debe ser el mismo Esteban de Ibarra que se casó dos veces antes. La primera vez con doña Tomasa Maturana, hija legítima del capitán Juan Bautista Maturana y de Agustina de Valles y que fue dotada en 1665. Según el genealogista Luis de Roa 4), Tomasa falleció en Chimbarongo el 2 de febrero de 1670. De este matrimonio nació Juan Dionisio, bautizado el 8 de octubre de 1666, y sus padrinos fueron don Francisco Riberos y doña Catalina de Ibarra.

El segundo matrimonio donde encontramos a un Esteban de Ibarra es el que se realizó con doña Sebastiana Ocampo con quien tuvo hijos legítimos registrados en el libro Nº I de Bautizos de Chimbarongo. Según el mismo Roa, Sebastiana Ocampo fue legítima mujer de Esteban de Ibarra con quien tuvo a Francisca en 1672 y a otra Francisca en 1673.

Según los registros investigados, con Josefa Ortiz tuvieron los siguientes hijos:

  1. Julián Ibarra Ortiz de Araya, bautizado el 27 de enero de 1702 en el convento de Chimbarongo a la edad de 2 años, murió el 3 de mayo de 1706.
  2. Cristóbal Ibarra Ortiz de Araya, bautizado el 15 de septiembre de 1709 a los 3 años 4 meses de edad.
  3. Juana de Ibarra Ortiz de Araya, natural de San Antonio, fue bautizada el 14 de noviembre de 1713 al año y 7 meses. Murió a los 5 años y 6 meses el 21 de marzo de 1718.
  4. Úrsula de Ibarra Ortiz de Araya, natural de Chimbarongo, mujer de don Antonio Camilo, natural de Comalle, hijo legítimo de don Isidro Camilo y de doña Juana Arriagada, con quien se casó el 25 de agosto de 1705. Murió a los 28 años el 29 de mayo de 1720.
  5. Esteban de Ibarra Ortiz de Araya, natural de Chimbarongo, murió el 10 de noviembre de 1721 a los 30 años. Testó y fue su albacea el capitán Bartolo Ruz. Casado el 19 de abril de 1712 con doña Isabel (Josefa) Villaseca, natural de Chimbarongo hija legítima del capitán don Antonio Villaseca y de doña Marcela Gallardo. Con Sucesión.
  6. Josefa de Ibarra Ortiz de Araya, natural de Chimbarongo, fue bautizada el 15 de septiembre de 1709 a los 6 meses de nacida. Murió el 3 de octubre de 1728 a unos supuestos 30 años. Testó y fueron sus albaceas el capitán don Diego Puertas y don Tomás de la Arriagada.
  7. Florencia de Ibarra Ortiz de Araya, natural de Chimbarongo, casada el 24 de agosto de 1724 en la parroquia de don Pedro de Toro con don Tomás del Arriagada, natural de Chimbarongo, hijo legítimo del capitán Nicolás de la Arriagada y de doña Ana de Valenzuela.
  8. Andrés de Ibarra Ortiz de Araya, que se casó en Valparaíso el 1 de octubre de 1724 con Josefa Bravo, natural de Santiago, hija natural de Mariana Maldonado y de Bernardo Bravo.

III-B. José de Ibarra González del Pulgar, quien recibió carta de dote el 2 abril de 1684 por parte de los hermanos de doña Juana Gajardo, natural de Teno, hija legítima del capitán Gregorio Gajardo y de doña María Raynero.

Su mujer fue bautizada el 3 de septiembre de 1664 y murió el 2 de julio de 1746, al parecer de 90 años. Testó y dejo por albaceas a José y Lorenzo de Ibarra

Según los registros encontrados fueron padres de:

  1. José de Ibarra Gajardo, natural de Nancagua. Se casó el 23 de octubre de 1718 con doña Josefa Barahona, natural de Chimbarongo, hija legítima de don Álvaro Barahona y de doña Josefa Gajardo. Fue dispensado el impedimento de cuarto grado de consanguinidad. Fueron testigos del matrimonio don Nicolás del Arriagada y su mujer doña Petronila Ibarra. Con sucesión
  2. Gregorio de Ibarra Gajardo, natural de Chimbarongo. Se casó el 20 de noviembre de 1728 con doña Lorenza Arriagada, natural de Chimbarongo, hija natural de don Nicolás de la Arriagada y de doña Josefa Bobadilla. Murió el 8 de abril de 1769, de edad 67 años aproximadamente. Con sucesión
  3. Lorenzo de Ibarra Gajardo, bautizado el 18 de enero de 1695 a la edad de un mes. Se casó en Chimbarongo el 24 de noviembre de 1738 con Inés Garrido, natural de Nancagua, hija legítima de Antonio Garrido y María Salinas.
  4. Andrés de Ibarra Gajardo, natural de Nancagua, murió el 8 de enero de 1747 a la edad aproximada de 60 años. No testó. Era casado con doña Bartolina Zapata. Con sucesión

Posible hija natural:

  1. Francisca de Ibarra, mestiza, natural de Nancagua, hija natural del capitán José de Ibarra y de María Sazo. Casada el 29 de junio de 1703 en la capilla de Martín Hernández con Antonio de Saldías, mulato libre, natural de Lima, hijo natural de don Bernardo de Saldías y de Juana Zapata.

III-C. Francisco de Ibarra González del Pulgar, natural de Nancagua, nació alrededor de 1647, murió el 8 de marzo de 1713 a los 66 años, dio poder para testar a sus hermanos José y Bartolomé de Ibarra, quienes otorgaron su testamento ese mismo año en Nancagua. Declararon que fue casado en primeras nupcias con doña Bartolina Gajardo y en segundas nupcias con doña Luisa Donoso, cuya hermana doña Antonia Donoso les heredó $400 y que con dicha plata más $100 que puso de su bolsillo, compró 300 cuadras de tierra a los herederos del capitán Miguel de Ibarra. Fue padre de los siguientes:

  1. Agustina de Ibarra Gajardo, natural de Nancagua. Casada el 21 de septiembre de 1704 con don José Donoso, natural de la doctrina de Colchagua, hijo legítimo del capitán don Nicolás Donoso y de doña Andrea Riquelme de la Barrera.
  2. Francisco de Ibarra Donoso, que testó el 4 de marzo de 1774. Casado y velado en primeras nupcias con doña Francisca Morales Espinoza, con quien tuvo varios hijos y fue casado en segundas nupcias con doña Ángela Fontalba, con quien no tuvo hijos.
  3. Petronila de Ibarra Donoso, que fue casada el 14 de octubre de 1713 con don Nicolás de la Arriagada natural de Teno hijo legítimo de don Nicolás de la Arriagada y de doña Ana de Valenzuela. Otorgó su testamento en Nancagua donde dijo qué tuvo por hijos legítimos a Narciso, Jose, Antonio, Rosa, Mercedes y Nicolasa, todos vivos al momento de testar y a Santiago y Margarita ya difuntos.
  4. Cecilia de Ibarra Donoso, casada con Eugenio Paredes. Es mencionada en juicio de Narciso de la Arriagada contra su esposo por una acequia en 1763. Pero no es mencionada en el testamento de su padre.

Hijos naturales:

  1. Josefa Ibarra Bastidas, natural de Nancagua, hija natural del capitán Francisco Ibarra y de Juana Bastidas. Casada el 31 de enero de 1702 en la parroquia de Nancagua, con Esteban Zenteno natural de Purén, hijo natural de Francisco Zenteno.
  2. Francisco Ibarra Bastidas, natural de Nancagua, hijo natural del capitán Francisco Ibarra y de Juana Bastidas, se casó el 9 de febrero de 1706 con María Olmedo, hija legítima de Francisco Olmedo y de Francisca Santander. Con Sucesión
  3. María Rosa Ibarra Bastidas, natural de Nancagua, hija ilegítima del capitán Francisco de Ibarra y de doña Juana Bastidas. Casada el 2 de mayo de 1709 en la parroquia de don Pedro de Toro, con Cristóbal Valderrama, natural de Colchagua hijo legítimo del capitán don José de Valderrama.

III-D. Bartolomé de Ibarra González del Pulgar, natural de Nancagua, murió a los 70 años el 30 de mayo de 1727, testó el mismo año, declarando haber sido casado en primeras nupcias con doña Ana de Úbeda y en segundas nupcias con doña María Millán. Declaró como parte de sus bienes 125 cuadras de tierras, las cuales recibió por herencia de sus padres. Además de la cuarta parte de la viña que goza su hermano, el capitán José de Ibarra, también heredado.

Fue padre de los siguientes:

  1. Miguel Ibarra Úbeda, natural de Santiago, se casó con doña María de Aranda Moscoso, natural de Santiago, hija legítima del alférez Baltazar de Aranda Moscoso y de doña Inés de Espinoza. Tuvo Sucesión
  2. Francisca Ibarra Úbeda, su padre le dio en dote ¼ de solar en la ciudad de Santiago. Casada con el capitán don Juan Donoso.
  3. Ventura Ibarra Millán, que fue bautizado el 1 de noviembre de 1715 a la edad de 4 meses. Sus padrinos fueron don José de la Arriagada y doña Antonia Rojas. Murió el 11 de junio de 1736, según el registro, a los 18 años.
  4. Faustino Ibarra Millán
  5. María Candelaria Ibarra Millán, casada con Carlos Brito.
  6. Carolina Ibarra Millán
  7. Mónica Ibarra Millán
  8. Gregoria Josefa Ibarra Millán

Posible hija natural:

  1. Catalina Ibarra, natural de Nancagua, hija natural de don Bartolo Ibarra, murió el 19 de febrero de 1742. Casada con Pascual Gómez o Gumera, no testo por pobre.

III-E. Antonio de Ibarra González del Pulgar, murió el 9 de noviembre de 1724. Fue casado con doña Juana Márquez de Estrada, hija legítima del capitán Pedro Márquez de Estrada y de doña Beatriz de Acevedo.

Fueron padres de los siguientes:

  1. Juan José Ibarra Márquez de Estrada, que murió el 11 de junio de 1739 a la supuesta edad 50 años. Era casado con doña Luciana de Toro, quien por poder otorgó el testamento de su marido. Fueron padres de Ana, Prudencia, Josefa y Juana Ibarra de Toro. Tuvo 2 hijas naturales, Manuela y Josefa.
  2. Beatriz Ibarra Márquez de Estrada, bautizada en Nancagua el 18 de enero de 1695 a la edad de 2 años, otorgó testamento en la estancia de Manantiales el 26 de agosto de 1765. Declaró haber tenido 2 hijos naturales, Josefa Ibarra, casada con don Francisco Bustamante y Matías Ibarra, quien a su vez tuvo un hijo natural con Josefa Quezada llamado José Ibarra, que se casó con Ubalda Llanos Cortes (tratada en el artículo de los Llanos). Falleció en Nancagua el 19 de abril de 1779.

III-F. Roque de Ibarra González del Pulgar, natural de Nancagua, nació aproximadamente en 1658. Murió el 3 de agosto de 1704. Testó y su albacea fue su hermano Antonio.

Se casó en el Sagrario de Santiago el 28 de enero de 1694 con doña Isabel Márquez de Estrada, natural de Colchagua, también fue hija legítima del capitán Pedro Márquez de Estrada y de doña Beatriz de Acevedo. Fueron padrinos del matrimonio su hermano Miguel de Ibarra y su mujer doña Beatriz de Villegas. Ella murió a los 60 años el 27 de mayo de 1731. También testó.

Fueron padres de los siguientes:

  1. Gabriel Ibarra Márquez de Estrada, capitán, natural de Nancagua, casado el 12 de octubre de 1731 en la capilla de Nancagua con doña Juana Palma de cuyo matrimonio no hubo descendencia. Hizo su testamento el 1 de diciembre de 1751 y nombro por albacea a su cuñado don Miguel de Valenzuela. Declaró haber aportado a su matrimonio por sus bienes parte de las tierras que quedaron de la herencia de su padre don Roque de Ibarra. Dijo que del total de 500 cuadras repartidas entre varios herederos, a él le pertenecían 27 cuadras, ya que de las 83 cuadras y 50 varas que les heredó su padre, estas se repartieron entre 3 hermanos. Murió el 23 de agosto de 1764, al parecer de 80 años. Fue sepultado en el convento de nuestra señora de San Juan Bautista de Chimbarongo.
  2. Manuela Ibarra Márquez de Estrada, quien según su testamento otorgado en Nancagua el 15 de octubre de 1770 por su marido don Antonio Fuentes, con quien no tuvo hijos, aportó a su matrimonio una parte de tierras (30 cuadras) de la estancia de los Manantiales. El mismo don Antonio, dice que al momento de fallecer doña Manuela, ella declara ser madre de Julián Ibarra, su hijo natural, a quien ellos habían criado. Este Julián Ibarra es el fundador de la familia Llanos en la doctrina de Nancagua.
  3. María Ibarra Márquez de Estrada, natural de Nancagua. Se casó el 13 de noviembre de 1713 en la viceparroquia de Guzmán con Diego Jofré natural de Lontué, hijo legítimo de Francisco Jofré y de doña Catalina de Medina. Tuvieron 5 hijos; Cecilia, Felipe, Manuela, Inés y Santiago Jofré. En su testamento declaró que tenía una parte de la estancia de Chépica en posesión de los Valenzuela.
  4. Agustina Ibarra Márquez de Estrada, casada con don Miguel Valenzuela, quien declara en 1755, que su mujer, ya difunta, le había otorgado su poder para que en su nombre hiciera su testamento. Declaró por sus hijos legítimos a Pedro, Manuel, Fernando, Pablo, Ramón de Valenzuela. Declaró como parte de sus bienes una parte de tierras heredada en la estancia de los Manantiales, 500 cuadras de tierra nombradas estancia de Chépica.
  5. Miguel Ibarra Márquez de Estrada, natural de Nancagua. Murió el 5 de julio de 1750 a la supuesta edad de 60 años. Fue sepultado con entierro menor en el convento de Chimbarongo. Fue casado con Pascuala Vásquez.

Muchos más Ibarra

Durante nuestra investigación de esta familia en la zona de Colchagua, nos hemos encontrado con una amplia cantidad de personas que llevan el apellido Ibarra, pero lamentablemente, hasta el momento, no hemos logrado filiarlas al tronco principal.

Si tú o alguien que conozcas desciente de esta familia y tienes información que pueda ser relevante para este estudio genealógico, te invitamos cordialmente a ponerte en contacto con nosotros. Cualquier detalle, por pequeño que parezca, podría ser valioso para trazar lazos familiares y enriquecer nuestra comprensión de la historia de los Ibarra en esta región.

La investigación genealógica es un trabajo minucioso y colaborativo, y cualquier aporte que nos puedas brindar será apreciado y considerado con sumo interés. Juntos, esperamos desentrañar la historia y el legado de la familia Ibarra en Colchagua. No dudes en escribirnos y compartir tus conocimientos o datos sobre la familia. ¡Agradecemos de antemano cualquier colaboración que puedas proporcionar!

Notas

Notas
1 Tomás Thayer Ojeda. (1941). Formación de la Sociedad Chilena y Censo de la Población de Chile en los años de 1540 a 1565: con datos estadísticos, biográficos, étnicos y demográficos. Prensas de la Universidad de Chile. Tomo II. Pág. 160.
2 Juan Luis Espejo. (1915). Ensayo Biográfico “Hernando de Ibarra”. Revista chilena de historia y geografía. Vol.16. Impr. Universitaria. Pág. 352.
3 Thayer Ojeda. (1905). Santiago durante el siglo XVI: constitución de la propiedad urbana i noticias biográficas de sus primeros pobladores. Imprenta Cervantes. Pág. 109.
4 Roa y Ursúa, Luis de. El reino de Chile (1535-1810). Estudio histórico, genealógico y biográfico

Los Ahumada del valle del Choapa

La rama de la familia Ahumada 1) sobre la que trataremos en este artículo,  se origina a través de una serie de descendencias naturales y se afinca en el valle del río Choapa.

El fundador de este linaje en nuestro país fue el capitán Juan de Ahumada, quien vino a Chile en 1557 con don García Hurtado de Mendoza. Fue vecino encomendero y protector de indios de Santiago, ciudad de la que fue tres veces regidor y tres alcalde. En 1572 rindió una información de servicios,  transcrita en la “Colección de Documentos Inéditos” de Jose Toribio Medina 2).

Obtuvo dos encomiendas; una en Choapa (la que en relación con este artículo es la que más nos interesa) y otra en Duao, en la Actual provincia de Talca. Lo sucedieron en estas encomiendas sus hijos legítimos, primero don Roque de Ahumada, quien por morir sin herederos es sucedido en el norte por su hermano don Valeriano de Ahumada. Dicha encomienda fue traspasada a sus herederos por al menos cuatro generaciones 3).

Juan de Ahumada, tuvo un par de hijos naturales, Juan y María, quienes al parecer tuvieron bastante influencia en la vida de su padre. Fue el primero quien estuvo a cargo de sus haciendas en Choapa y a quien le heredo algunas tierras en dicho lugar.

Es a través del traspaso de estas tierras heredadas por este hijo espurio, que de cierta forma podemos vincular a algunas familias Ahumada que encontramos en registros parroquiales de Mincha e Illapel desde finales del siglo XVII con el linaje del fundador español, Juan de Ahumada.

Filiación hasta Los Ahumada de Mincha e Illapel

I. Juan de Ahumada, vecino de la ciudad de Santiago, natural de Medina de Rioseco, hijo legítimo de Juan de Ahumada y Catalina Pérez, quienes fueron vecinos de dicha villa en el Reino de España. Casado en 1580 con doña Catalina Hurtado, hija legítima del contador Juan Hurtado y de Leonor Godínez.

En su testamento otorgado en Santiago el 21 de noviembre de 1611, dijo haber tenido los siguientes hijos (sobre algunos se puede encontrar bastante más información, pero en esta publicación los repasaremos brevemente):

  1. Juan de Ahumada, fraile profeso de la orden de Santo Domingo.
  2. Agustina de Ahumada, monja profesa de la Limpia Concepción.
  3. Roque de Ahumada, quien fue sucesor de las encomiendas de su padre. Testo en Santiago el 28 de abril de 1629. Soltero.
  4. Cristóbal de Ahumada, se casó con doña Francisca de la Vega Huerta y Barros, con quien tuvo una extensa descendencia.
  5. Valeriano de Ahumada, que fue inmediatamente después de su hermano Roque, administrador del pueblo del Choapa, corregidor de Santiago en 1638. Se casó con doña María Maldonado.
  6. Luisa de Ahumada, casada con el capitán Pedro de Contreras Valdivia.
  7. Beatriz de Ahumada, quien se casó en primeras nupcias con el sargento mayor Bernardo de Castro Verde y en segundas nupcias con Ambrosio Fernández de Córdoba.

Hijos naturales:

  1. Juan de Ahumada “el mozo”, que sigue en el II.
  2. María de Ahumada, que testó el 1 de marzo de 1645.

II. Juan de Ahumada “el mozo”, nacido por 1570, hijo natural del capitán Juan de Ahumada, quien en uno de sus testamentos declara sobre él lo siguiente:

“Declaro por mi hijo natural a Juan de Ahumada el mozo, el cual tiene a cargo y ha tenido mis haciendas, especialmente las de Choapa, donde tengo parte de mis indios y tierras, y en ellas ganado. Quiero y es mi voluntad no se le tome más cuenta de la que él quisiere dar porque le tengo por buen cristiano y temeroso de dios… Mando al dicho Juan de Ahumada en las tierras de Curandua del principal de mi encomienda doscientas cuadras de tierra”

Se casó con doña Juana de Soria, natural de la ciudad de Córdoba, gobernación de Tucumán, hija legítima del capitán Pedro de Soria y de doña Isabel de Soria. Este Pedro de Soria (el mozo) sería hijo de Pedro de Soria (el viejo) quienes, venidos desde el Virreinato de Nueva España, fueron fundadores de la ciudad de Córdoba. “El viejo” nació en Salamanca, España, y se casó en  dicho virreinato con María de Bustamante, con quien tuvo en ese mismo lugar dos hijos; Pedro y Juan. Por otro lado, Isabel de Soria sería hija natural de Gonzalo de Soria4) 5).

Testó ante Bocanegra el 27 de mayo de 1642 y declaró entre otras cosas ser dueño de un solar en Santiago, al frente de La Cañada. De una estancia en Choapa la baja en el valle de Mincha y Tunga Tunga, titulos de tierra en  Chipana, Paguiquilin, Atelcura y Quilpoco. Quinientas cuadras de tierra en el valle de Illapel y cien cuadras de tierra en Lampaqui.

Esta declaración sobre la posesión de tierras en Chipana, nos permite vincular más adelante con un supuesto nieto, dueño de una estancia de dicho lugar por 1750.

Extracto del testamento de Juan de Ahumada “el mozo” otorgado en 1642.

Extracto del testamento de Juan de Ahumada “el mozo” otorgado en 1642, donde declara las tierras que posee, entre ellas las de Chipana.

Declaró como su único y universal heredero a Pedro de Ahumada, su hijo legítimo. Tuvo más hijos que al parecer no superaron la infancia.  Además, se le atribuyo la paternidad de una hija llamada Luisa que habría tenido antes de su matrimonio con una tal Ana del Pasaje, quien finalmente, según lo que explica en su testamento, al parecer no era su hija. Esta Luisa, que utilizó el apellido Ahumada, se casó con Lope de Landa.

  1. Pedro de Ahumada y Soria, que sigue en el III.

III. Pedro de Ahumada y Soria, natural de Santiago, hijo legítimo del capitán Juan de Ahumada y de doña Juana de Soria. Otorgó testamento el 11 de enero de 1660 antes de partir a la Guerra de Arauco. Nombró por sus albaceas y tenedores de sus bienes a su hijo natural Juan de Ahumada y a su yerno Antonio de Barambio. Declaró a sus 11 hijos naturales, como sus herederos.

Al menos dos de sus hijos los tuvo con Juliana Tecnavilú, que podría tratarse de una cacica mapuche, de linaje Vilú del cual puede proceder el nombre que se le dio a la localidad de los Vilos 6) 7).

  1. Juan de Ahumada, que sigue en el IV.
  2. Melchor de Ahumada.
  3. Cristóbal de Ahumada.
  4. Pedro de Ahumada.
  5. Leandro de Ahumada, natural del valle de Mincha, hijo natural del capitán Pedro de Ahumada y de Juliana Tecnavilú. Se casó el 28 de julio de 1692 con doña Mariana Fernández, hija legítima de Sebastián Fernández y de doña Inés de Castro. Murió en Mincha el 25 de octubre de 1735. Tuvo al menos 2 hijos naturales; Juana Ahumada, quien se casó en Mincha el 10 de abril de 1711 con Juan Puelles y que murió aproximadamente de 30 años el 18 de noviembre de 1715, e Ignacio Ahumada, quien se casó en Illapel el 28 de enero de 1726 con Marcela Trigos, hija legítima de Alonso Trigos.
  6. Andrés de Ahumada, a quien su padre, que en 1679 se encontraba como capitán en el partido de Choapa, solicita traspasar a su persona, la encomienda de un indio y su hijo, a quienes había tomado en la guerra, cerca de Valdivia, a los cuales ya no podía cuidar por ser viejo.
  7. Juan de Soria Ahumada.
  8. Magdalena de Ahumada, casada en Chipana con Antonio de Barambio. Testó en Mincha el 14 de septiembre de 1693, declarando por hijos legítimos a; Francisca, casada con el teniente Miguel de Azpetía, Juana Bernarda y Pedro de Barambio y Ahumada.
  9. Ascencia de Ahumada, hija natural del capitán Pedro de Ahumada y de Juliana Tecnavilú. Se casó el 5 de noviembre de 1691 con Lucas de Garay Barrera, natural de Santiago, hijo natural de Francisco Garay. Fueron sus padrinos de matrimonio Leandro de Ahumada junto con su hija Juana de Ahumada. Lucas Garay siendo vecino del valle de Aconcagua, otorgó testamento el 15 de marzo de 1697 y dijo que en los 6 años de matrimonio con Ascencia no habían tenido hijos. Declaró como parte de sus bienes lo que recibió en dote; 12 mulas chúcaras y 20 yeguas y 1 potro, los cuales estaban en Choapa en posesión de Leandro Ahumada, su cuñado. Dijo que Cristóbal de Ahumada le debía 2 pesos y que un negro esclavo de don Prudente de Ahumada le debía un peso en plata y una fanega de trigo. Junto con su mujer, adoptaron a una muchacha huérfana de 8 años llamada Josefa, a quien por el amor que le tenían nombraron como su heredera.
  10. Juana de Soria, podría ser la misma que se casa en el Sagrario de Santiago el 20 de enero de 1694 con Juan Antonio de Santander, hijo natural de don Juan de Santander y de Ana, india. Según este registro de matrimonio, esta Juana de Ahumada es natural de la Serena y es hija natural del capitán Pedro de Ahumada y de María de Arostigui.
  11. Bartolina de Ahumada.

IV. Juan de Ahumada, es el eslabón perdido de esta genealogía, con muy poca información sobre su persona. Sabemos que existió por el testamento de su padre quien lo nombra como su albacea y al parecer junto a su hermano Andrés es mejorado en su herencia (el testamento está incompleto). Muy posiblemente sea el mismo capitán que tuvo hijos naturales con doña María Fernández. Según el testamento de uno de sus hijos, ambos eran naturales de la villa de San Martín de la Concha.

Tenemos la certeza de que tuvo al menos tres hijos; Juan y Pedro, con seguridad habidos con María Fernández y María, de quien no conocemos a su madre.

  1. Juan de Ahumada Fernández, que sigue en el V-A.
  2. Pedro de Ahumada Fernández, que sigue en el V-B.
  3. María de Ahumada, casada con el capitán Diego Vicencio Guerra, natural de Quillota, hijo legítimo de Agustín Vicencio y de Juana Guerra (creemos que puede ser Petrona Guerra). Don Diego fue sepultado en la Iglesia de Mincha el 25 de mayo de 1742, falleció aproximadamente a los 70 años.

    Podemos establecer que María es hermana de Juan y Pedro Ahumada Fernández, ya que en el registro de matrimonio de su hija Leonor Vicencio Ahumada con uno de los hijos de Pedro, Eusebio Ahumada Céspedes, se declara que entre ambos hay parentesco de consanguinidad en segundo grado, por lo tanto, eran primos. Lo que no podemos asegurar, al ser Juan y Pedro hijos naturales, es que todos sean hijos de la misma madre.

V-A. Juan de Ahumada Fernández, natural de la doctrina de Choapa baja, hijo natural del capitán Juan de Ahumada y de María Fernández, casado el 20 de octubre de 1691 con Josefa Rojo, hija legítima de Agustín Rojo y de Clara Fernández. Fueron padrinos de matrimonio Gaspar Pérez y Francisca Rojo, testigos Domingo y Leandro Ahumada.

Otorga su testamento el 27 de agosto de 1750, donde declara como parte de sus bienes una estancia llamada Chipana, en Choapa Baja y un sitio en la población vieja.

La posesión de esta hacienda Chipana que anteriormente era de Juan de Ahumada el mozo es la que nos hace pensar que dichas tierras fueron heredadas generación tras generación desde este supuesto bisabuelo hasta este Juan de Ahumada, quien, por lo tanto, sería su descendiente directo.

Extracto del testamento de Juan de Ahumada Fernández, otorgado en 1750, donde declara la posesión de la estancia de Chipana.

Extracto del testamento de Juan de Ahumada Fernández, otorgado en 1750, donde declara la posesión de la estancia de Chipana.

Sus hijos fueron:

  1. Ana Ahumada Rojo, bautizada el 2 de agosto de 1693 en la parroquia de Mincha, a la edad de 8 días. Fueron sus padrinos Lorenzo Alfaro y doña Florencia de Araya.
  2. Francisca Ahumada Rojo, bautizada en Mincha el 24 de mayo de 1695 a los 4 meses de edad. Fueron sus padrinos Pedro de Ahumada y doña Inés de Castro. Casada el 26 de mayo de 1711 con Pedro Zamora, natural de Quillota, hijo legítimo de Nicolás de Zamora. Con Sucesión.
  3. Francisco Ahumada Rojo, bautizado el 9 de diciembre de 1697 en Mincha a la edad de 2 meses. Fueron sus padrinos, Santiago Aguilera y María Villarroel.
  4. Santiago Ahumada Rojo, natural del Valle de Huentelauquén jurisdicción de San Martín de la Concha. En su testamento declara que fue casado y velado con doña Tomasa Rojo, difunta, de cuyo matrimonio procrearon 8 hijos, 4 hombres y 4 mujeres, quienes fueron; Basilio, Segundo (difunto), Eugenio, Carlos, Rosa, María, Teresa (difunta), y Josefa.
  5. Felipe Ahumada Rojo, casado el 5 de enero de 1730 con Eusebia Rojo hija legítima de Bartolomé Rojo e Inés Collados todos naturales del valle de Choapa. En el registro de matrimonio se declara que había parentesco de consanguinidad en segundo grado puro por ser primos hermanos en grado duplicado. Con Sucesión.
  6. Marcela Ahumada Rojo, bautizada el 4 de agosto de 1702 en Mincha a la edad de más o menos 1 mes. Fueron sus padrinos, Francisco Ubillos y Magdalena de Ahumada. Se casó con el capitán Juan de Céspedes, con quien no tuvo hijos. Otorgó su testamento en el asiento de Mincha el 22 de febrero de 1780.
  7. Florencia Ahumada Rojo, bautizada en la capilla de Mincha el 29 de septiembre de 1704. Fueron sus padrinos don Pedro de Aguirre y doña Juana de Céspedes. Casada con Eusebio Trigos. Con Sucesión.
  8. Agustina Severina Ahumada Rojo, bautizada el 1 de marzo de 1707. Fueron sus padrinos, Francisco Rojo y doña Josefa Rodríguez.
  9. María Micaela Ahumada Rojo, bautizada el 28 de diciembre de 1708 en la capilla de Mincha a la edad de 4 meses. Fueron sus padrinos, Juan Jiménez Valencia y doña Isabel Fernández.
  10. Simón Ahumada Rojo, bautizado el 28 de agosto de 1710 en la capilla de Mincha a la edad de 2 días. Fueron sus padrinos, Lorenzo Alfaro y Josefa Ulloa. Casado el 26 de mayo de 1746 con Isabel Valencia.
  11. Jose Ahumada Rojo, bautizado en la capilla de Mincha el 3 de septiembre de 1713 a la edad de 5 meses y medio. Fueron sus padrinos Eusebio Rivera y Agustina Rojo.
  12. Pascual Ahumada Rojo, bautizado en Mincha el 4 de mayo de 1716 a la edad de 7 días.

V-B. Pedro de Ahumada Fernández, hijo natural de Juan de Ahumada y María Fernández, casado en la parroquia de Mincha el 17 de septiembre de 1695 con María Céspedes, hija legítima de Juan de Céspedes y de Francisca Barros. Fueron padrinos de matrimonio, Santiago Aguilera e Inés Rojo.

Otorgó su testamento enfermo en cama, pero en su entero juicio, nombro como albaceas y tenedores de sus bienes a su hijo Eusebio y a su esposa María Céspedes. Declaró haber tenido por hijos a María, Lorenza, Dominga, Eusebio, Clara, Juana, Cristóbal, Cecilia, Felipe, de los cuales se encontraban vivos 3; Eusebio, Juana y Felip犀利士
e.

Fue sepultado en la iglesia de Mincha el 23 de abril de 1754, de más de 80 años de edad, ya viudo.

  1. María Ahumada Céspedes, natural de Choapa la Baja, sepultada en la capilla de Mincha el 5 de agosto de 1716 a la edad de al parecer 18 años.
  2. Lorenza Ahumada Céspedes, bautizada el 14 de diciembre de 1698 en la parroquia de Mincha a la edad de 6 meses. Fueron sus padrinos Juan de Villarroel y Petrona Aguilera.
  3. Dominga Ahumada Céspedes, bautizada el 21 de febrero de 1700, de 4 meses de edad. Fueron sus padrinos Pedro Fernández y María Fernández. Casada el 5 de mayo de 1729 con Juan Antonio Godoy, hijo natural de Don Ramón Godoy, natural de Coquimbo. Fallecida en Mincha el 22 de diciembre de 1739. Su marido se casaría en segundas nupcias el 10 de enero de 1744 con María Vega.
  4. Eusebio Ahumada Céspedes, bautizado el 15 de agosto de 1702 en Mincha a la edad de 3 meses. Fueron sus padrinos Domingo Ibacache y Luisa Céspedes. Casado el 12 de mayo de 1729 en la capilla de Mincha con Leonor Vicencio, su prima. Con descendencia.
  5. Clara Ahumada Céspedes, bautizada el 28 de septiembre de 1704 a la edad de 1 mes y medio. Fueron sus padrinos Francisco Villalobos y Rosa Pérez. Casada con José Tapia.
  6. Juana Ahumada Céspedes, bautizada el 1 de septiembre de 1707. Fueron sus padrinos, Juan Valencia y María Ibacache. Casada el 17 de junio de 1742 con José Acosta, hijo legítimo de Francisco de Acosta y de Agustina Varas, naturales de Petorca. Con sucesión.
  7. Cristóbal Ahumada Céspedes.
  8. Cecilia Ahumada Céspedes, Casada el 20 de septiembre de 1735 con Francisco León. Tenían impedimento por parentesco de consanguinidad en cuarto grado mixto con tercero. Con Sucesión.
  9. Felipe Ahumada Céspedes, bautizado en la capilla de Mincha el 17 de agosto de 1710. Fueron padrinos Antonio de la Paz y Nicolasa Céspedes. Casado el 26 de mayo de 1746 con María Collados, hija legítima de Miguel Collados y de Isabel Alba. El 2 de julio de 1785 Don Felipe Ahumada, vecino del valle de Tunga Tunga, jurisdicción de la villa de San Martín de la Concha hizo una donación a su sobrina Juana María Ahumada. Esta constaba de un sitio, que en ese momento poseía en consorcio con su marido Mateo Chaparro, en el paraje llamado “Doña Juana” el cual obtuvo por herencia de sus padres. Declara haber criado a su sobrina y que ella le había servido fielmente por más o menos 34 años, además dice que fue él quien influyó en su matrimonio con Mateo Chaparro, con quien desde un principio habló y le propuso para que fuera su mujer y es por esto que le hace esta donación.

Notas

Notas
1 Familia tratada en la REH N.º 56 en un artículo escrito por Pablo Schauffhauser, de donde se pudo obtener bastante información. Es importante mencionar que en dicha publicación encontramos algunas diferencias con nuestra investigación.
2 Thayer Ojeda, Tomás. Formación de la sociedad chilena y censo de la población de Chile en los años de 1540 a 1565. Chile, Prensas de la Universidad de Chile, 1939. Pág. 70.
3 Amunátegui y Solar, Domingo. Las encomiendas de indíjenas en Chile: memoria histórica presentada a la Universidad de Chile, en cumplimiento del artículo 22 de la lei de 9 de enero de 1879. Chile, Impr. Cervantes, 1909. Pág. 96.
4 Freytag, Carlos J., and Montes, Aníbal. Indígenas y conquistadores de Córdoba. Argentina, Ediciones Isquitipe, 2008.
5 Lazcano Colodrero, Arturo Gustavo de. Cabildantes de Córdoba;. Argentina, Libreria Assandri, 1944.
6 Retamal Avila, Julio. Estudios coloniales. Chile, RIL editores, 2000. pág 109.
7 Juliana es presentada un video de la corporación Cultural Gestores del Choapa como una importante mujer, cacique mapuche de Los Vilos que defendió sus tierras ancestrales. Dejamos el link al video.

En memoria a Pedro Antonio Gacitúa

Era octubre de 1843, Pedro Antonio Gacitúa yacía enfermo en cama. Estaba grave y no le quedaba mucho tiempo de vida. Tenía apenas 41 años, estaba casado con Mercedes Mardones, quien por esos días estaba embarazada. Este nuevo hijo se sumaría a su numerosa familia, pues ya tenían 10 bocas que alimentar.

Vivía con su familia en una hijuela en Isla de Maipo que le alquilaba a su tío Francisco Gacitúa a quien le debía 70 pesos por dicho arriendo. En este lugar tenían varios animales, alrededor de 26 a 30 vacas, 2 caballos y una oveja, todos comprados, ya que ni él ni su esposa habían aportado bienes al matrimonio.

Pedro Antonio, a pesar de venir de una familia acomodada, dejaba pocas posesiones, nada mas que muebles y ropas. Era hijo de don Antonio Gacitúa Caso y de doña Francisca Arguelles y nieto de Juan de Dios Gacitúa Ovalle, oidor de la Real Audiencia.

Hasta ese momento no recibía la herencia que le correspondía por la muerte de su padre, ya que aún no se podía realizar la partición de esta entre él y sus hermanos.

El legado de Pedro no eran cosas materiales, sino que era el honor de haber servido valientemente a su patria por 26 años… casi toda su vida.

Ingreso a la Academia Militar en 1817 y llego a ser Sargento Mayor de Artillería. Dentro de sus hazañas estaba la de haber combatido como cadete en la histórica batalla de Maipú y haber participado junto con el ejército libertador desde 1820 hasta 1823 en la campaña del Perú.

Estuvo en el Callao donde las fuerzas independentistas que entraron en la ciudad de Lima se replegaron y en donde permanecieron sitiadas hasta el 16 de julio de 1823, por lo que obtuvo una medalla de oro concedida a los oficiales que hicieron esta campaña.

En su estadía en Lima, dejo un hijo natural llamado Juan Pedro de quien no sabía si había tomado su apellido o siquiera si seguía con vida.

Testó ante el escribano Gerónimo Araos dejando como herederos a sus hijos legítimos y a pesar de tener muy poco, le separo 2 pesos a su hijo peruano y si es que se llegaba a aparecer por Santiago alguna vez, le pidió a su albacea que lo asistiera en lo que fuera posible.

Pedro Antonio había nacido en Santiago el 10 de mayo de 1802. Después de haber tenido a sus primeros 5 hijos se casó el año de 1832 en Valparaíso donde vivió por algunos años. Fue padre de; Emilia, Antonio, Cecilio, Didaca, Nicomedes, Francisco, Justo, Francisca, Ramona, Clarisa y Eleuteria Gacitua Mardones.

Finalmente falleció en diciembre del 43 y fue sepultado en el cementerio general de Santiago donde hasta el día de hoy descansan sus restos.

Firma pedro Antonio Gacitúa

Firma del Sargento mayor de Artillería, don Pedro Antonio Gacitúa Arguelles (1802-1843)

Este año se cumplen 180 años de su muerte. Si desciendes de  Pedro Antonio Gacitúa o tienes alguna otra información en relación a él y su familia déjame tus comentarios.